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Sindone: La Misteriosa SГЎbana Santa De TurГ­n
Guido Pagliarino






Guido Pagliarino



SINDONE

LA MISTERIOSA

SГЃBANA SANTA

DE TURГЌN



ENSAYO


Guido Pagliarino

SINDONE

La misteriosa SГЎbana Santa de TurГ­n

Ensayo

TraducciГіn del italiano de Mariano Bas

DistribuciГіn Tektime

В© 2020 Guido Pagliarino



Ediciones anteriores:

1a ediciГіn, solo en papel, bajo el tГ­tulo В«La misteriosa Sindone di TorinoВ», В© 2007-2012 Boopen Editore

2a ediciГіn en papel y 1a ediciГіn en e-book - solo PDF -, revisada y aumentada por el autor, bajo el tГ­tulo В«SindГІn la misteriosa Sindone di TorinoВ», В© 2013-2014 Editrice GDS. Desde 2015 tambiГ©n esta ediciГіn estГЎ descatalogada y todos los derechos retornaron al autor

3a ediciГіn, con el mismo tГ­tulo, solo en e-book mobi Amazon y epub Kobo, realizada por el autor, В© 2015 Guido Pagliarino

4a ediciГіn, con el mismo tГ­tulo, en libro y en e-book en todos los formatos, distribuida por Tektime В© 2019 Guido Pagliarino



En cubierta: Una de las dos pinturas de Giovanni Battista della Rovere В«FiammenghinoВ» que representan la envoltura de JesГєs en la SГЎbana Santa.



Las fotografГ­as generales y particulares de la SГЎbana Santa que se encuentran en el interior del libro pertenecen a la Iglesia CatГіlica, es decir, a todos.


ГЌNDICE



CapГ­tulos y apartados



- PRГ“LOGO DEL AUTOR (#ulink_66499b30-cfab-5522-94e7-f6812af40306)



- LA MISTERIOSA SГЃBANA SANTA (#ulink_0bd51ebf-4b65-5743-90ca-f756f7a9c8e6)



- A) En general: (#ulink_911786c5-c1a8-591f-9bf2-c14589816be2)



- Sin duda… (#ulink_a4fa9785-f631-5fa4-bc77-f39255223561)



- ВїSГЎbana o vendas? (#ulink_78228778-ea77-5fe0-83bf-036ebce083da)



- Datos parahistГіricos de la SГЎbana Santa hasta 1356 y el primer documento histГіrico verdadero de ese aГ±o (#ulink_7d052a16-df4d-522d-afb2-3392d7432870)



- Algunos han tratado en los Гєltimos aГ±os de conseguir una copia de la imagen sindГіnica, pero, por el momento, no se ha conseguido nunca con las mismas peculiaridades. Hay quien ha conseguido imГЎgenes similares, pero ninguno ha reproducido todas sus caracter Г­sticas a la vez



- Por quГ© en el Hombre de la SГЎbana Santa no se ven los pulgares y, en el positivo sindГіnico, tiene el pie derecho cubriendo el izquierdo



- Monedas



- Aloe y mirra



- Crurifragium



- SeГ±ales de heridas y abrasiones



- Heridas, lesiones, sangre sobre la SГЎbana Santa concuerdan perfectamente con las descripciones de la pasiГіn de Jesucristo en los Evangelios



- EstadГ­stica



- Sobre el anГЎlisis del anatomopatГіlogo profesor Pierluigi Baima Bollone



- B) En particular:



- I - LAS FOTOGRAFГЌAS



- II - SE INICIA LA INVESTIGACIГ“N



- III – LOS EXPERIMENTOS CON EL CARBONO 14



- En quГ© principios se basa la radiaciГіn del Carbono 14 (C14)



- El primer y poco conocido experimento (oficioso) de dataciГіn de una muestra sindГіnica con el mГ©todo del C14



- Los experimentos oficiales de radiodataciГіn de 1988: Por quГ© tampoco estos han generado resultados completamente aceptables



- IV - UN POSIBLE FALSIFICADOR MEDIEVAL HABRГЌA SIDO EL MAYOR GENIO DE TODOS LOS TIEMPOS Y UN MONSTRUO CRIMINAL ASESINO



- V - CRONOLOGГЌA (Historia sintГ©tica de la SГЎbana Santa de TurГ­n)



- PRINCIPALES FUENTES DEL ENSAYO



- ApГ©ndice - Sobre los voluntarios В«Amigos de la Real Iglesia de San LorenzoВ» en el AГ±o Santo 2000 para explicar la SГЎbana Santa


PRГ“LOGO DEL AUTOR (#ulink_e80950f3-5445-57f3-9bdd-45ca5f86ad00)



Si bien es verdad que la Tela por antonomasia ha llevado a muchas personas a la conversiГіn o la reconversiГіn al cristianismo, por lo que tiene mucha razГіn quien ha hablado del В«apostolado a travГ©s de la SГЎbana SantaВ»,


este ensayo no tiene el objetivo de inducir a creer que este SГЎbana haya envuelto realmente el cuerpo de Cristo hace un par de milenios o, como se dice habitualmente, que sea autГ©ntica. Por otro lado, autenticidad puede significar tambiГ©n otra cosa, pues una cosa es sostener que la conservada en TurГ­n sea la SГЎbana Santa de Cristo y otra es sencillamente defender su ancianidad bimilenaria. Y si bien no me posiciono acerca del hecho de que haya envuelto a JesГєs, sostengo que prevalecen las razones para pensar que la SГЎbana Santa es muy antigua, habiendo actualmente muchos datos a favor y solo dos en contra, de los cuales solamente uno parece considerable objetivamente, y cada vez menos, que es la prueba de radiodataciГіn de muestras de la Sindone, que, como veremos, fijГі la antigГјedad de la SГЎbana en la Г©poca bajomedieval, prueba que sin embargo cada vez estГЎ mГЎs contestada cientГ­ficamente, y no solo por estudiosos cristianos. El otro motivo de aversiГіn a la SГЎbana Santa, por otro lado bastante fuerte, es un prejuicio, tanto de laicos anticlericales como de muchos, tal vez de la mayorГ­a, de los cristianos reformados, una prevenciГіn que lleva a los primeros a ignorar los argumentos, cuando no a burlarse de ellos, e impulsa a los fieles protestantes a condenar la veneraciГіn de la Sabana Santa, la cual, para ellos, por sus prejuicios, es un mero В«iconoВ» creado por la mano de un hombre: asumen la condena veterotestamentaria de las В«falsas imГЎgenesВ», que naciГі histГіricamente contra la idolatrГ­a,


aunque los catГіlicos sostienen que la prohibiciГіn estuvo vigente solo antes de que Dios se encarnase en JesГєs mostrГЎndose al mundo como В«imagenВ», es decir, como figura carnal humana, sin ninguna posibilidad de confundirse con los Г­dolos. TambiГ©n hay, por cierto, catГіlicos negadores de su autenticidad, entendida en el sentido de que la SГЎbana Santa sea realmente la que envolviГі el cuerpo de JesГєs


y se encuentran protestantes que sГ­ suponen su autenticidad, al menos en el segundo sentido del tГ©rmino, cuando no ademГЎs en el primero. En todo caso, hay que dejar bien claro que la fe cristiana no se basa en la SГЎbana Santa de TurГ­n, sino, histГіricamente, en el testimonio oral apostГіlico de la resurrecciГіn de Cristo recogida en el siglo I en los libros del Nuevo Testamento


y que llega a nosotros porque lo conserva la Iglesia a lo largo de los siglos, con el control sistemГЎtico de la correspondencia de las nuevas copias con las precedentes,


a partir de las mГЎs antiguas. Por otro lado, confieso que en el pasado mГЎs lejano no habГ­a tenido mucho interГ©s por la SГЎbana Santa. Solo a partir de 1998 empecГ© primero a sentir curiosidad y luego interГ©s por ella, gracias a mi relaciГіn con el difunto doctor Giovanni Latino, a quien me presentГі un amigo comГєn: el entusiasmo de Latino me impulsГі cordialmente a frecuentar las conferencias de expertos en la materia y los encuentros semanales de profundizaciГіn y debate que, en el bienio previo a la OstensiГіn del AГ±o Santo 2000, se fueron sucediendo en la sala de reuniones de la iglesia turinesa de San Lorenzo, a cuyos В«AmigosВ», organizados por el propio Latino, me unirГ­a, convirtiГ©ndome ademГЎs en voluntario para la explicaciГіn de la Tela durante la OstensiГіn de ese aГ±o.


Y sin embargo mis creencias nunca han dejado de basarse en el testimonio del Nuevo testamento, no en la SГЎbana Santa, y es con ese mismo espГ­ritu con el que publico ahora esta nueva ediciГіn de mi ensayo divulgativo sobre ella, realizado considerando nuevos datos y corrigiendo un par de inexactitudes del libro escrito hace aГ±os y del texto correspondiente que difundГ­ por la web en el 2000 como modesto corolario de la OstensiГіn de ese AГ±o Santo. He organizado el ensayo de forma que vuelvo varias veces sobre ciertos argumentos, desde perspectivas diversas, de forma que el lector no pueda considerar tales reiteraciones como pleonГЎsticas y mucho menos involuntarias: la obra comprende una parte de presentaciГіn general (en algunos puntos, por considerarlo Гєtil, empezando a profundizar, como en el caso de las conclusiones mГ©dicas del anatomopatГіlogo Pierluigi Baima Bollone) y una secciГіn, dividida en capГ­tulos, con un tratamiento especГ­fico de argumentos particulares ya tocados en la primera parte, como por ejemplo las fotografГ­as sindГіnicas, y una cronologГ­a.


LA MISTERIOSA SГЃBANA SANTA (#ulink_e80950f3-5445-57f3-9bdd-45ca5f86ad00)


La SГЎbana Santa de TurГ­nantes de las restauraciones del verano 2002 (ver CronologГ­a, aГ±o 2002)









La SГЎbana Santa de TurГ­n despuГ©s de las restauraciones realizadas entre el 20 de junio y el 22 de julio de 2002

- Foto distribuida a la prensa por la ArquidiГіcesis de TurГ­n -









La SГЎbana de TurГ­n en positivo y en negativo









A) (#ulink_e80950f3-5445-57f3-9bdd-45ca5f86ad00)En general: (#ulink_e80950f3-5445-57f3-9bdd-45ca5f86ad00)



La Sindone (SГЎbana Santa en el entorno catГіlico) es una sГЎbana (sindГІn = sГЎbana, tela) de lino de un grosor de apenas 0,34 milГ­metros, tejido en forma de В«espina de pescadoВ» con una tГ©cnica ya conocida hace dos mil aГ±os en Egipto (se conservan restos egipcios de hace cincuenta mil aГ±os), en Palestina y en otras zonas del Medio Oriente. El hilado es de В«torsiГіn en sentido ZВ» (en sentido de las agujas del reloj), en lugar de В«en SВ» (contrario a las agujas del reloj) como se harГ­a en Г©pocas posteriores.


Se trata de tГ©cnicas de hilado y tejido de las cuales ya se habГ­a perdido el recuerdo muy al principio del Medioevo. Esta Tela mide, despuГ©s de las restauraciones de conservaciГіn realizadas en 2002 (v. CronologГ­a, aГ±o 2002), 4,41 metros de largo y 1,13 metros de ancho.


Su Custodio oficial es el arzobispo pro tempore de TurГ­n (es decir, quien ocupa el puesto). La SГЎbana Santa estГЎ en TurГ­n desde 1578, con algunas interrupciones ocasionales, normalmente debido a guerras, como durante el asedio francГ©s a la ciudad de 1706 y, la Гєltima vez, a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, tras cuyo estallido en 1939 (en previsiГіn de que tambiГ©n Italia, como acabГі sucediendo, entrara en guerra) se trasladГі, para protegerla de los bombardeos, al Santuario de Montevergine, cerca de Avellino. VolviГі a la capital piamontesa en 1946.

La SГЎbana Santa de TurГ­n, aunque en casi todo el mundo se la conoce sencillamente como la В«SindoneВ», es una tela todavГ­a en parte misteriosa.

Como se puede observar en las fotos anteriores, presenta diversas manchas, cuya naturaleza y causa solo se conocen parcialmente. Como veremos, en algunas partes de estas manchas la SГЎbana Santa se comporta como un negativo fotogrГЎfico. En otras partes, no.



Sin duda... (#ulink_e80950f3-5445-57f3-9bdd-45ca5f86ad00)



Sobre esta tela hay remiendos y seГ±ales de abrasiГіn.

Se sabe, a la vista de las muestras y los anГЎlisis de los expertos, que en ella hay restos de pГіlenes de plantas del Medio Oriente y de flora de los Alpes. AdemГЎs, en la tela hay restos de aloe y de mirra, ademГЎs de aragonito (composiciГіn de carbonato de calcio, hierro y estroncio), una tierra presente en JerusalГ©n y, en particular, en una tumba estudiada por Riccardo Levy-Setti, un investigador de la Universidad de Chicago, que, comparГЎndola con el aragonito de la SГЎbana Santa, ha concluido que los dos minerales son exactamente iguales.

TambiГ©n es seguro que sobre la tela hay manchas de sangre coagulada del grupo AB con restos de ADN, despuГ©s de anГЎlisis efectuados por diversos anatomopatГіlogos de prestigio internacional, entre ellos el profesor Luigi Baima Bollone, antes catedrГЎtico titular y ahora profesor emГ©rito de medicina forense en la Universidad de TurГ­n.

Por cierto: Es cuando menos curioso saber que sangre de idГ©ntico tipo AB mancha el llamado Sudario de Oviedo (EspaГ±a), una tela de 83x52 centГ­metros. Estas manchas hemГЎticas tienen formas simГ©tricas y, por lo que se dice, corresponderГ­an en su conjunto a un rostro humano.


AdemГЎs, resulta interesante el hecho de que los restos (reliquias) del milagro que cuenta la tradiciГіn que ocurriГі en el siglo VIII en Lanciano, en la provincia de Chieti (un sacerdote dudaba de la presencia de Cristo en la EucaristГ­a mientras estaba consagrando y el pan y el vino se transformaron en carne y sangre), son: sangre del grupo AB, como la de la SГЎbana Santa; carnes humana del tejido miocГЎrdico (anГЎlisis de 1970 del profesor Odoardo Linoli, anatomopatГіlogo).





A continuaciГіn, fotografГ­a del Sudario de Oviedo y del Ostensorio, con la carne y la ampolla, con la sangre coagulada, en el Santuario de Lanciano:















Algunas manchas de la SГЎbana Santa estГЎn acompaГ±adas de suero sanguГ­neo (lo que significa sangre de cadГЎver) y otras no, lo que significa que son de una persona aГєn viva.

TambiГ©n es verdad que la Tela ha sufrido abrasiones en el pasado lejano. Quedan restos muy evidentes: en particular los del incendio documentado el 4 de diciembre de 1532, desatado en la capilla de Chambery, en Saboya, donde se custodiaba la SГЎbana (v. CronologГ­a, aГ±o 1532): dos tiras carbonizadas a todo lo largo de la Tela y agujeros, cubiertos despuГ©s por encargo a las hermanas clarisas de un convento vecino. AdemГЎs, las religiosas cosieron, para reforzar la sГЎbana, un forro en su reverso, una tela de Holanda, a lo largo de toda su extensiГіn. Los parches y la tela de Holanda fueron retirados por expertos con ocasiГіn de la restauraciГіn de la SГЎbana Santa de 2002.


Esquema de las abrasiones

lГ­nea de abrasiГіn ___ agujero O









Es ademГЎs absolutamente evidente que sobre la sГЎbana estГЎ impresa la imagen de un cuerpo humano de frente y de espaldas. Esta imagen humana sobre la SГЎbana Santa es sustancialmente un negativo fotogrГЎfico. AsГ­, una vez impresa fotogrГЎficamente sobre el carrete, o mГЎs antiguamente en la placa negativa, aparece como positiva. Es algo asГ­ como si el Hombre se hubiera reflejado y en este espejo que es la SГЎbana Santa hubiera quedado fotografiado en negativo su imagen: como en todos los negativos y como en una imagen en un espejo, es decir que lo que estГЎ a la derecha aparece a la izquierda y viceversa.

Para ver claramente lo anterior, comparemos una foto positiva y otra negativa de una obra de arte bizantina (un icono pintado) e, inmediatamente debajo, una foto positiva y otra negativa del Rostro del Hombre de la SГЎbana Santa:








Las rayas que atraviesan el pelo y la barba del Rostro de la Sábana Santa son dos pliegues de esta debidos a quién sabe qué causas pasadas, tal vez por el forro cosido en el reverso por las clarisas de Chambery después de incendio de 1532. Lo mismo pasa con las manchas de sangre, por ejemplo, la muy evidente sobre la frente que tiene la forma respectivamente de «ℇ», es decir, de un «3 invertido» en la imagen de la derecha (a la izquierda del lector) y de un «3» en la imagen de la derecha (a la izquierda del lector), resulta positiva en la foto de la derecha y negativa en la de la izquierda.


ReproducciГіn de una de las dos pinturas de Giovanni Battista della Rovere В«FiammenghinoВ», representando la envoltura de JesГєs en la SГЎbana Santa (la otra aparece en la primera pГЎgina de la cubierta).









TambiГ©n es seguro que la sГЎbana es del mismo tipo empleado para envolver a los cadГЎveres en Palestina en la Г©poca de JesГєs, aunque tambiГ©n, como alternativa, era habitual vendar los restos al estilo egipcio, como ya sabemos, entre otras fuentes, por el Evangelio de Juan a propГіsito del cadГЎver de LГЎzaro de Betania.


En el caso de la envoltura en sГЎbana o sudario los restos se colocaban boca arriba sobre la tela, con los pies en un extremo y la cabeza hacia el centro del lienzo (a veces era al contrario: cabeza en el extremo y pies hacia el centro). La otra mitad de la sГЎbana se doblaba sobre el cadГЎver, el cual, asГ­, quedaba dentro de la sГЎbana, como en la pintura precedente.


ВїSГЎbana o vendas? (#ulink_e80950f3-5445-57f3-9bdd-45ca5f86ad00)



Al hablar de la sepultura de JesГєs, los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas escriben que fue envuelto en un sindГІn, sudario o sГЎbana, mientras que Juan no y en la traducciГіn espaГ±ola encontramos vendas en lugar de sГЎbana, por lo que hay quien sostiene y afirma, solo con esta base, que la SГЎbana Santa de TurГ­n es falsa. DespuГ©s de leer los fragmentos evangГ©licos que hablan de ello, vamos a tratar de resolver este pequeГ±o В«misterioВ» de las vendas: ya os he dado alguna pista.


Un sepulcro antiguo en Nazaret, con piedra circular para cerrar el acceso, similar al de JesГєs (la llamada В«Tumba del JustoВ»).









В«Al atardecer, llegГі un hombre rico de Arimatea, llamado JosГ©, que tambiГ©n se habГ­a hecho discГ­pulo de JesГєs, y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de JesГєs. Pilato ordenГі que se lo entregaran. Entonces JosГ© tomГі el cuerpo, lo envolviГі en una sГЎbana limpia y lo depositГі en un sepulcro nuevo que se habГ­a hecho cavar en la roca. DespuГ©s hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fueВ» (Mateo, 27, 57 - 60).



«Era día de Preparación, es decir, vísperas de sábado. Por eso, al atardecer, José de Arimatea –miembro notable del Sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios– tuvo la audacia de presentarse ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato se asombró de que ya hubiera muerto; hizo llamar al centurión y le preguntó si hacía mucho que había muerto. Informado por el centurión, entregó el cadáver a José. Este compró una sábana, bajó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en ella y lo depositó en un sepulcro cavado en la roca. Después hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro» (Marcos, 15, 42 - 46).



В«LlegГі entonces un miembro del Consejo, llamado JosГ©, hombre recto y justo, que habГ­a disentido con las decisiones y actitudes de los demГЎs. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios. Fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de JesГєs. DespuГ©s de bajarlo de la cruz, lo envolviГі en una sГЎbana y lo colocГі en un sepulcro cavado en la roca, donde nadie habГ­a sido sepultado. Era el dГ­a de la PreparaciГіn, y ya comenzaba el sГЎbadoВ» (Lucas, 23, 50 - 54).



«Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús –pero secretamente, por temor a los judíos– pidió autorización a Pilato para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se la concedió, y él fue a retirarlo. Fue también Nicodemo, el mismo que anteriormente había ido a verlo de noche, y trajo una mezcla de mirra y aloe, que pesaba unos treinta kilos. Tomaron entonces el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas,


agregГЎndole la mezcla de perfumes, segГєn la costumbre de sepultar que tienen los judГ­os. En el lugar donde lo crucificaron habГ­a una huerta y en ella, una tumba nueva, en la que todavГ­a nadie habГ­a sido sepultado. Como era para los judГ­os el dГ­a de la PreparaciГіn y el sepulcro estaba cerca, pusieron allГ­ a JesГєsВ» (Giovanni, 19, 38 - 42).



Juan habla tambiГ©n del hallazgo de los lienzos funerarios de JesГєs a la maГ±ana del domingo siguiente al viernes de la crucifixiГіn, en el sepulcro ya vacГ­o que habГ­a sido el de JesГєs antes de resucitar:






В«El primer dГ­a de la semana, de madrugada, cuando todavГ­a estaba oscuro, MarГ­a Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra habГ­a sido sacada. CorriГі al encuentro de SimГіn Pedro y del otro discГ­pulo al que JesГєs amaba,


y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”. Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos» (Juan, 20, 1 - 9).






ВїEntonces son vendas? ВїNo una sГЎbana?



Imagen del Hombre ana Santa desolo en el interior, correspondiente erior de la SГЎb TurГ­n.



Externo, correspondiente con Hombre.

Bueno, he dicho que habГ­a dejado una pista. En concreto, he hablado de traducciГіn. Si se va al original griego, se ve que los dos apГіstoles, aparte del В«sudarioВ», paГ±uelo fГєnebre que se ponГ­a sobre la cabeza,


encontramos othГІnia, es decir, tejidos genГ©ricos de lino, en plural y por tanto no vendas como aparece en la traducciГіn italiana de 1974,


que no es literal. Como othГІnia significa tejidos genГ©ricos de lino, la palabra puede referirse de hecho, al ser una palabra plural, a una sГЎbana al tiempo que al paГ±uelo-sudario y a vendas.


Pero sin duda no significa exactamente vendas. Advirtamos que los otros tres evangelistas no nos dicen de quГ© tejido era la SГЎbana de JesГєs: esto piensa Juan, que escribe su Evangelio el Гєltimo, entre los aГ±os 80 y 100 para llenar el vacГ­o:

El primer dГ­a de la semana, de madrugada, cuando todavГ­a estaba oscuro, MarГ­a Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra habГ­a sido sacada. CorriГі al encuentro de SimГіn Pedro y del otro discГ­pulo al que JesГєs amaba, y les dijo: В«Se han llevado del sepulcro al SeГ±or y no sabemos dГіnde lo han puestoВ». Pedro y el otro discГ­pulo salieron y fueron al sepulcro. CorrГ­an los dos juntos, pero el otro discГ­pulo corriГі mГЎs rГЎpidamente que Pedro y llegГі antes. AsomГЎndose al sepulcro, vio las telas en el suelo, aunque no entrГі. DespuГ©s llegГі SimГіn Pedro, que lo seguГ­a, y entrГі en el sepulcro; vio las telas en el suelo, y tambiГ©n el sudario que habГ­a cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entrГі el otro discГ­pulo, que habГ­a llegado antes al sepulcro: Г©l tambiГ©n vio y creyГі. TodavГ­a no habГ­an comprendido que, segГєn la Escritura, Г©l debГ­a resucitar de entre los muertos.



Si hubiera querido hablar expresamente de vendas, Juan no habría usado othònia sino keirìai, como hizo en ese mismo Evangelio (Jn, 11, 14) en relación con la resurrección de Lázaro.


Datos parahistГіricos de la SГЎbana Santa hasta 1356 y el primer documento histГіrico verdadero de ese aГ±o (#ulink_e80950f3-5445-57f3-9bdd-45ca5f86ad00)



La historia de la SГЎbana Santa o Sindone desde 1356 en adelante estГЎ documentada sin vacГ­os temporales. Por el contrario, para los siglos precedentes se trata sobre todo de tradiciones e hipГіtesis, ademГЎs de unos pocos documentos escritos poco convincentes.

Cirilo de JerusalГ©n, en torno al aГ±o 340, define como В«testimonios de la resurrecciГіnВ» la piedra roja de las vetas blancas del Sepulcro y la SГЎbana (no dice las vendas), que, segГєn los evangelistas sinГіpticos, habrГ­a envuelto a JesГєs, aunque no dice si vio personalmente esa tela. La conexiГіn con la SГЎbana Santa de TurГ­n es en este aspecto imposible. Cerca de doscientos aГ±os despuГ©s, estamos en torno a 570, un tal Antonino de Piacenza, peregrino en JerusalГ©n, afirma que en esta ciudad se puede ver el В«sudarioВ» que tapГі la cabeza de JesГєs, precisando que se conserva en un monasterio junto al JordГЎn: aparte de que el peregrino no habla de una imagen sobreimpresa, tampoco en este caso se puede pensar en la Tela de TurГ­n, ni siquiera en una sГЎbana en general, al tratarse de un paГ±uelo. Tampoco olvidamos las muchas presuntas reliquias que circulaban en esos siglos, de los clavos de Cristo al madero de la cruz, de la lanza de Longinos que habrГ­a atravesado el costado de JesГєs crucificado a paГ±uelos varios con lГЎgrimas de la Virgen y otros restos sagrados.












Un mandylion o paГ±uelo con el rostro de JesГєs estaba expuesto en el 544 en Edesa, la actual Sanliurfa o sencillamente Urfa, en el sudeste de TurquГ­a. Se ha supuesto que dicho mandylion no era otra cosa que la SГЎbana Santa doblada en varias capas superpuestas de modo que solo se viera el Rostro y poco mГЎs. ВїLa SГЎbana Santa? En ciertas imГЎgenes que representan el mandylion, como las de la Iglesia del Salvador en NerГ©ditsa, cerca de NГіvgorod en Rusia, en Gradac (Serbia) o en LaГіn (Aisne, Francia), se representa como un relicario rectangular con rombos mostrando en el centro un rostro con barba y cabellos largos. En 1984, el sindonГіlogo J. P. Jackson habГ­a detectado la existencia en la Tela de TurГ­n de rastros de carreras ininterrumpidas a lo largo de toda ella, correspondientes a un doblado en ocho partes rectangulares de 110 x 55 cm. cada una: si la sГЎbana Santa estaba doblada de esa manera, haciendo que el rectГЎngulo superior resultara ser el del Rostro, este estarГ­a casi en el centro del recuadro, un poco hacia arriba, mientras que aparecerГ­a bajo Г©l el busto y una pequeГ±a parte del costado.


Si se considera que resulta inverosГ­mil que en Edesa se hubiera querido presentar solo la cara o poco mГЎs del hombre desvestido y martirizado, en la hipГіtesis obviamente de que se tratase de la SГЎbana Santa, pudo ser por motivos de decencia, segГєn la mentalidad de la Г©poca, por la cual la imagen que representa el cuerpo desnudo y torturado de Cristo serГ­a considerada completamente escandalosa y hay que observar, mГЎs en general, que por razones anГЎlogas no se mostraban de hecho en esos siglos pinturas o mosaicos de JesГєs desvestido y, por otro lado, no existГ­an tampoco representaciones de JesГєs crucificado aunque cubierto con un paГ±o de pudor: se realizarГ­an solo siglos despuГ©s.

En la antigГјedad surgiГі una leyenda en torno al lienzo de Edesa, que nos ha llegado con algunas variantes:



El mandylion lo habría creado milagrosamente Jesús como regalo a Abgaro V, llamado Ukama, «el Negro», rey de Edesa en el siglo I del 13 al 50, que sufría de lepra, a través de sus mensajeros enviados a Jerusalén con ocasión de la semana de Pascua y que invitó al Nazareno a su corte, esperando que hiciera un milagro. Pero, al no poder ir con él, pues faltaban pocos días para su crucifixión, Cristo le había curado a través de la visión de ese icono, que se hizo llegar al soberano mediante sus delegados. Según otra versión, la pintura fue realizada al temple por un pintor, un tal Ananías, enviado expresamente por Jesús al rey. Según otra leyenda más, la pintura la habría hecho Ananías, pero Jesús, al no estar convencido del resultado, mojando sus dedos en la pintura, habría añadido algún retoque haciendo que el Rostro fuera exactamente igual que el suyo. En todo caso, el soberano se curó al ver la imagen y así se convirtió al cristianismo, con su hijo Ma’nu V, que, durante un periodo breve de tiempo, fue rey tras su muerte. Pero el sobrino de Abgaro, Ma’nu VI, que subió al trono en el año 57, habría vuelto al paganismo y perseguido a los cristianos. Todavía hoy en la iglesia genovesa de San Bartolomé de los Armenios se venera una imagen pintada al temple a base de clara de huevo que sería precisamente la enviada por Jesús al rey Abgaro. Evidentemente, si el mandylion era una pintura, no habría podido tener nada que ver con la Sábana Santa. En todo caso, en la realidad histórica, el de Génova es un antiquísimo icono bizantino inspirado por el mandylion y, tal vez, realizado en Edesa.


Icono al temple de la Iglesia de San BartolomГ© de los Armenios en GГ©nova









SegГєn tradiciones dispares, griegas, ГЎrabes y sirias, hacia la mitad del siglo X, el emperador de Oriente Romano I Lecapeno deseaba que el mandylion se llevara a Constantinopla. El Rostro de Cristo de Edesa era considerado por todos achiropita, es decir, В«no hecho por manos humanasВ» y era venerado sobre todo por esto.


La Anatolia estaba desde hace tiempo sometida a los turcos, que, al ser islamistas y dado que para ellos JesГєs era, y es, el segundo profeta mГЎs importante despuГ©s de Mahoma, veneraban el mandylion considerГЎndolo protector de la ciudad.


Queriendo obtener la misma tutela, el emperador Romano I iniciГі la guerra contra los turcos enviando contra ellos un potente ejГ©rcito a las Гіrdenes del general Juan Curcuas, quien, en la primavera del aГ±o 943, conquistГі Edesa. El general bizantino pidiГі al emir de la ciudad derrotada la entrega del mandylion, entretanto escondido por los asediados y, para conseguirlo, prometiГі misericordia para los habitantes, liberГі a 200 prisioneros y prometiГі pagar mГЎs de doce monedas en metal precioso (segГєn algunas fuentes, monedas de plata, segГєn otras, incluso de oro). A pesar de las protestas del pueblo, el emir aceptГі y entregГі la reliquia al general Curcuas. El mandylion llegГі a Constantinopla el 15 de agosto de 944, fiesta del TrГЎnsito de MarГ­a (luego de la AsunciГіn). El mandylion (Вїo la SГЎbana Santa doblada?), despuГ©s de la entrega oficial al emperador se dejГі en la capilla Nuestra SeГ±ora del Faro, junto al BucoleГіn, el palacio de Romano I.

Una miniatura del CГіdice Skilitzis, manuscrito bizantino realizado entre los siglos Xi y XIII, actualmente guardado en la Biblioteca Nacional de Madrid, representa la entrega del mandylion al emperador Romano I Lecapeno, flanqueado por el patriarca de Constantinopla, Teofilacto, y otros dignatarios. Como se ve en la imagen, en el centro destaca la imagen de Cristo, que, casi tridimensionalmente, se levanta de la tela:








El 16 de agosto de 944, dГ­a posterior a la llegada del mandylion a Constantinopla, el archidiГЎcono Gregorio de la catedral de Santa SofГ­a, refrendario encargado de los mensajes oficiales entre el patriarca y el emperador, lanzaba desde el pГєlpito un sermГіn sobre el acontecimiento. En la Biblioteca Vaticana se ha conservado el manuscrito (Cod. Vat. Gr. 511, ff. 143-150v, catalogado De Christi imagine Edessena).


Gregorio, después de afirmar que pretende hablar de la reliquia traída desde Edesa en el año actual de 6452 (según la datación bíblica, correspondiente al año 944 después de Cristo) describe en tono apasionado el mandylion, al que llama sábana, refiriéndose evidentemente a los tres Evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), lo cuales, al contrario que Juan, usan precisamente ese término. Dice Gregorio de la imagen: «Reliquia impresa únicamente por los sudores de la agonía del rostro del Príncipe de la Vida, que gotean como pequeños arroyos de sangre, y el dedo de Dios. Esos son los ornamentos que han coloreado la verdadera imagen de Cristo. Y la imagen, después de haber goteado también está hecha por las gotas más preciosas de su costado. Los dos hechos están llenos de enseñanzas: aquí sangre y agua, allí sudor e imagen. Es el equilibrio de la realidad, pues [se originan] de un Solo y Único [Ser]. Pero se ve también la fuente de agua viva que apaga la sed mostrando los sudores artífices de la imagen, que se deslizan por el costado de una naturaleza [común] a cualquiera y que han producido [la reliquia]. Poco a poco nos habituamos a algo que no se había visto nunca antes y de lo cual ni ojos ni mente habían tenido experiencia. Una imagen no delimitada en sus bordes, que se disuelve en la nada, a la que, si te acercas, poco a poco empalidece y desaparece y, si te alejas, reaparece, un color apagado, muy pálido, que no sabría definir, que casi se sale de la escala cromática. Dos grandes improntas de un cuerpo expoliado, de frente y de espaldas, acostado de una forma muy extraña e ilógica. Una cantidad de señales evidentemente sanguinolentas, estampadas también sobre la piel de una suma inmovilidad cadavérica (…) antes de hundirse en esa larga contemplación sin palabras que es siempre y para cualquiera la primera observación de la sábana. Para todos, el primer impacto con la sábana es una larga mirada en un largo silencio».

Evidentemente, el uso de la palabra sГЎbana en aquel antiguo sermГіn no es una prueba de que se refiriera precisamente a la SГЎbana Santa de TurГ­n. Sin embargo, es muy importante la cita del cuerpo de JesГєs y no solo de su rostro, porque da a entender que se trataba de una sГЎbana y no de un paГ±uelo.


Miniatura del siglo XV que representa la conquista latina de Constantinopla.









En 1204 se produce la tragedia: el Imperio de Oriente es atacado por los combatientes de la Cuarta Cruzada, que se ha organizado en Occidente para liberar de musulmanes Tierra Santa, algo que no se conseguirГ­a. Y el 12 de abril, Constantinopla es expugnada entre horribles masacres y tremendos saqueos de tesoros y reliquias sagradas. Si es verdad que solo la Primera Cruzada tuvo tambiГ©n fuertes motivaciones ideales ademГЎs de las habituales razones econГіmicas y de poder, sin embargo, antes de 1204, quizГЎs no se habГ­a llegado todavГ­a a tal punto de especulaciГіn cГ­nica y sanguinaria en el bando cristiano. Al mando de la mezquina expediciГіn estaban, a la cabeza, el conde Balduino IX de Flandes y, bajo su mando, los condestables franceses Guillermo de Champlitte, Godofredo de Villehardoui, OtГіn de la Roche, seГ±or de BorgoГ±a, y los comandantes italianos Bonifacio de Montferrato y Enrico Dandolo, dux de Venecia. Se funda el Imperio Latino y los jefes de los vencedores, salvo el dux, que ya tenГ­a mГЎs de noventa aГ±os y estaba muy enfermo, se repartieron el territorio: el conde Balduino de Flandes se hace coronar como Balduino I, con gran pompa, en la catedral de Constantinopla, Santa SofГ­a, como los emperadores; Guillermo de Champlitte se convierte en prГ­ncipe de Acaya; Godofredo de Villehardoui en prГ­ncipe de Morea; Bonifacio de Montferrato en rey de TesalГіnica; finalmente, aunque su figura sea la mГЎs importante para nuestra historia, OtГіn de la Roche se convierte en duque de Atenas y de Tebas. Entretanto, el mandylion (Вїo bien la SГЎbana Santa?) es robado durante el saqueo de la iglesia adosada al palacio imperial de Blanquerna, donde estaba guardado, y desaparece. ВїTal vez se ocultГі en Atenas? Lo harГ­a suponer la copia, siempre que fura cierta la prueba de la existencia de su original,


de una carta datada el 1 de agosto de 1205, no mucho despuГ©s del saqueo de Constantinopla, cuyo original se habrГ­a enviado al Papa entonces reinante, Inocencio III, por Teodoro ГЃngelo Comneno, emparentado con la familia imperial. El remitente, despuГ©s de condenar los actos de los cruzados saqueadores de reliquias, pide al Sumo PontГ­fice la restituciГіn de la tela de Constantinopla, que afirma que estaba guardada en ese momento en Atenas por el duque OtГіn de la Roche. Se ha dicho, aunque no haya pruebas seguras, que posteriormente, en 1208, el duque de Atenas y Tebas habrГ­a enviado la sГЎbana (de nuevo la pregunta: Вїla de TurГ­n?) en su posesiГіn a su padre Ponce II de La Roche-sur-Ognon y de Ray para que desde aquel aГ±o la tela estuviera en Francia en poder de la familia.








Todo lo anterior no se puede considerar verdadera Historia, pues faltan documentos seguros que atestigГјen que la sГЎbana de Constantinopla fuera realmente la hoy se conserva en TurГ­n, por lo que queda un vacГ­o histГіrico hasta 1356, cuando, como veremos, la SГЎbana Santa que hoy se conserva en TurГ­n estГЎ sin duda en Francia, en Lirey, y sin embargo se ha encontrado, por decirlo asГ­, un cuasidocumento, es decir una miniatura sobre un manuscrito, el CГіdice Pray, datado entre 1192 y 1195, actualmente en poder de la Biblioteca Nacional de Budapest.

Se trata de un sacramentario en latГ­n con un sermГіn fГєnebre en hГєngaro (el texto mГЎs antiguo en este idioma). Fue encontrado en el siglo XVIII por el jesuita hГєngaro Georgius Pray, de ahГ­ el nombre del manuscrito, en Eslovaquia, en la biblioteca del capГ­tulo benedictino de Pozsony, actualmente Bratislava. El CГіdice Pray se escribiГі a mano, pues el siglo XII es anterior a la invenciГіn en Occidente de la impresiГіn con tipos mГіviles. La miniatura estГЎ en el reverso de la hoja nГєmero XXVII. Muestra el entierro de JesГєs y consta de dos partes superpuestas. La superior muestra la unciГіn de los restos de JesГєs, que, algo especial con respecto a los iconos de esos tiempos y los anteriores, estГЎ desnudo, igual que en la SГЎbana Santa y, como en la tela, sus manos se cruzan sobre el pubis, la derecha sobre la izquierda, sin que se vean los pulgares e, igual que en la SГЎbana Santa, tampoco se ven los pies (ver la secciГіn siguiente Por quГ© en el Hombre de la SГЎbana Santa no se ven los pulgares y, en el positivo sindГіnico, tiene el pie derecho cubriendo el izquierdo). AquГ­ se muestran detalles de las manos y las extremidades inferiores sobre el negativo de una foto de la SГЎbana Santa y, a continuaciГіn, la imagen del CГіdice Pray:








Miniatura del Codice Pray.









Como se puede observar, en la parte superior de la miniatura Pray aparece el cuerpo de Cristo tendido sobre un lienzo de tela en el momento de la unciГіn y la parte de debajo de la propia miniatura muestra a las mujeres pГ­as visitando el sepulcro en el domingo de Pascua, con los Гіleos para ungir el cadГЎver, pero que ya no estГЎ allГ­, porque, como anuncia el ГЎngel, Cristo ha resucitado:



Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol, fueron al sepulcro. Y decían entre ellas: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?» Pero al mirar, vieron que la piedra había sido corrida; era una piedra muy grande. Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas. Pero él les dijo: «No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho». Ellas salieron corriendo del sepulcro, porque estaban temblando y fuera de sí. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo. (Marcos, 16, 1-8).



Siempre en la imagen de la miniatura Pray, se ven, en la parte superior, rayas en ГЎngulo recto sobre la tela, que, segГєn algunos podrГ­an querer representar el tejido sindГіnico de espina de pescado (personalmente, no estoy convencido de ello). En la parte mГЎs baja de la misma imagen aparecen sobre la tela dos grupos de pequeГ±os cГ­rculos dispuestos en forma L, similares a cuatro grupos de cuatro agujeros cada uno, originados por abrasiones, como los que se encuentran en la SГЎbana Santa de TurГ­n (realmente, en esta hay otros pequeГ±os agujeros bastante pequeГ±os, pero poco visibles, mientras que estos son los grandes que se aprecian a simple vista por quien vaya a ver la tela). Esos grupos simГ©tricos de agujeros estГЎn respectivamente cerca del centro de los cuatro rectГЎngulos que pueden suponerse del plegado en cuatro dobleces de la SГЎbana.


Detalle de la SГЎbana Santa con indicaciГіn de los cuatro grupos de las abrasiones mГЎs antiguas.









Primer plano de uno de los grupos mГЎs antiguos de abrasiones de la SГЎbana Santa.









Detalle del CГіdice Pray destacando los dos presuntos grupos de agujeros en L.









Se podrГ­a por tanto suponer que cuando se produjeron esos agujeros de abrasiГіn sobre la SГЎbana Santa, esta estuviera doblada en cuatro y lo que provocГі que las abrasiones pasaran a travГ©s de todas las capas. La razГіn de estas abrasiones se desconoce (Вїtal vez metal fundido caГ­do por accidente?), pero sГ­ se sabe que estГЎn en la tela desde antes de 1532, el aГ±o del incendio en la Capilla de la SГЎbana Santa en Chambery (v. CronologГ­a, aГ±o 1532), de hecho estos daГ±os se reproducen en un grabado que representa la SГЎbana Santa, que es la primera obra que la reproduce integralmente, atribuida a Durero y realizada en la misma Chambery en 1516, grabado que muestra los cuatro grupos simГ©tricos de agujeros:


Grabado de la SГЎbana Santa atribuido a Alberto Durero del aГ±o 1516, a una escala de un tercio de la real, conservada en la iglesia de Saint-Gommaiere de Lier, BГ©lgica: los grupos de cuatro agujeros son muy evidentes.









ВїSe podrГ­a pensar que el autor de la miniatura del CГіdice Pray, que declara expresamente en el texto haberse inspirado en una sГЎbana, hubiera visto precisamente la que hoy se conserva en TurГ­n y se inspirara en ella?



Por cierto: Se puede advertir que en el grabado el rostro y la cabeza del Hombre resultan bien claros y destacados (debido a la tridimensionalidad de la cabeza), estando en 1516 todavГ­a ausente la mancha permanente de agua causada al apagar el incendio de Chambery de 1532 (v. cronologГ­a), mancha que algunos, por una observaciГіn superficial, se equivocan creyendo que es la nuca del Hombre. VГ©ase al respecto este detalle de la foto de la SГЎbana Santa de TurГ­n:








Aunque la miniatura del Códice Pray encierra indicios seguramente interesantes, el primer documento verdaderamente histórico sobre la Sábana Santa es solo de 1356: en aquel año, la tela se encuentra en Francia, en Lirey, en del departamento del Aube, en la diócesis de Troyes. Pertenece a la familia de los Charny, parientes de los De la Roche. El cabeza de familia es el conde Godofredo de Charny. El 28 de mayo de 1356 se inaugura la iglesia de Lirey, proyectada y construida por el mismo conde, a la que se dota de seis canónigos, y la oficia personalmente el obispo de Troyes, Enrique de Poitiers. En 1357, tras morir Godofredo en la guerra, su viuda, Juana de Vergy cede la Sábana Santa, mediante documento escrito, a los canónigos, tal vez por apuros económicos que tenía que atender, pero formalmente por generosidad, al haber sido esta la voluntad de su difunto marido. Los canónigos se lucran realizando ostensiones pagadas que resultan ser un gran éxito, tanto que el pequeño centro de Lirey se convierte en un importante centro espiritual. Un nuevo obispo, Pedro d’Arcis, prohíbe las ostensiones juzgando que la Sábana Santa era falsa, aunque sin haberla visto y solo por el hecho de que proliferaban diversas reliquias falsas, entre ellas sábanas pintadas. Los canónigos apelan al Papa y obtienen la autorización formal para continuar con las ostensiones. A continuación, una bula de 1390 concede además indulgencias espirituales para quienes veneren la Sábana de la iglesia de Lirey.


































































































































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